Cada vez son más las personas que por un motivo u otro empiezan a tomar cúrcuma como parte de su dieta diaria. Lo cierto es que esta especia es sumamente beneficiosa para nuestros organismos. Sin embargo, no en todos los casos es buena idea su consumo, ya que, a pesar de ser de origen natural y no contener muchos efectos secundarios, es posible que pueda llegar a causar alguno en determinadas condiciones.
En el día de hoy, quiero hablarte un poco más sobre la cúrcuma, sus beneficios y en cuáles casos no deberías ingerir este suplemento, ya que, podría ser peligroso.
¿Qué es la cúrcuma?
La cúrcuma es un polvo que se extrae de la raíz de una planta que tiene una gran cantidad de usos en el mundo gastronómico. Pero no solo es buena para la cocina, sino que también, te ofrece una gran cantidad de beneficios para tu salud.
Esta planta, tiene sus orígenes en India y en otros países asiáticos, la misma, es parte de la familia del jengibre, de allí, que tenga tantos efectos positivos para nuestra salud. El componente principal de esta especia es la curcumina, un compuesto sumamente beneficioso para nosotros. La cúrcuma, también se utiliza en la creación del curry, un condimento que es más conocido por todos. Sin embargo, la cúrcuma se ha hecho tan popular, que es posible encontrarla en todo el mundo.
¿Cuáles son los beneficios de la cúrcuma?
Como ya hemos mencionado, esta especia cuenta con una gran variedad de beneficios que te ayudarán a llevar una vida mucho más sana. A continuación, voy a darte una corta lista con los beneficios más importantes que la cúrcuma tiene para ofrecer.
- Ayuda a reducir los niveles de estrés
- Mejora los problemas intestinales
- Puede ayudarte a prevenir algunos tipos de cánceres
- Tiene efectos antioxidantes
- Contiene muchas vitaminas y minerales
- Tiene efectos antiinflamatorios
¿En qué casos no se recomienda tomar cúrcuma?
Es importante ser prudente con todos los suplementos de hierbas. La cúrcuma es segura cuando se toma en las dosis recomendadas por vía oral o se aplica sobre la piel o se ingiere en comidas. En la mayoría de los casos, tomar cúrcuma para aliviar el dolor es bastante seguro. Pero, debes consultar a tu médico de cabecera y tener precaución en las siguientes situaciones:
Deficiencia de hierro
Si padeces una deficiencia de hierro, la cúrcuma puede interferir en la forma en que su cuerpo absorbe el hierro. En estos casos, es muy importante que la consumas en pocas cantidad, como condimento en las comidas, por ejemplo.
Cálculos renales
La cúrcuma tiene un alto contenido de oxalato. El oxalato puede unirse al calcio y formar dolorosos cálculos renales. Es por que, si sufres de esto es muy importante que te lo pienses antes empezar a tomar la cúrcuma como suplemento.
Enfermedad de la vesícula biliar
La cúrcuma es peligrosa si tiene una enfermedad de la vesícula biliar. Puede estimular la contracción de la vesícula biliar y empeorar los síntomas. Así que, si presentas estos problemas, incluso por más leves que sean, debes evitar su uso.
Trastornos hemorrágicos
La cúrcuma puede reducir la capacidad de coagulación de la sangre. La cúrcuma puede aumentar el riesgo de hemorragia en personas que toman ciertos medicamentos anticoagulantes.
Embarazo o lactancia
No hay investigaciones sobre los suplementos de cúrcuma para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Sin embargo, por seguridad es importante que no la utilices durante estos periodos, ya que, es mejor prevenir que curar.
Diabetes
La cúrcuma puede provocar un descenso de los niveles de azúcar en sangre, lo que puede llegar a ser muy peligroso en el caso de los pacientes que sufren diabetes. Es muy importante que consultes a tu médico antes de empezar a tomarla como suplemento.
Interacciones con medicamentos
Como se ha mencionado anteriormente, consulte a su médico si toma otros medicamentos. Los suplementos de cúrcuma interactúan con ciertos anticoagulantes y medicamentos para la diabetes. Las cantidades normales de cúrcuma ingeridas en los alimentos son seguras.
Efectos secundarios
Las dosis de hasta 8 gramos al día durante periodos limitados de tiempo en estudios de investigación no han producido efectos tóxicos. Algunas personas sí han experimentado efectos secundarios, como dolor de estómago, estreñimiento, náuseas y diarrea.